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lunes, 5 de noviembre de 2012

CONVERSACIONES LITERARIAS CON JAVIER LEÓN

CONVERSACIONES LITERARIAS CON JAVIER LEÓN.
Javier León no encontraba a nadie que publicase su primer libro y optó por la vía de crear su propia editorial. Este antropólogo de origen barcelonés vive en las excavaciones literarias, buscando a los nuevos autores que un día serán grandes plumas de la cultura de este país. Ha tenido el detalle de dedicarme unos minutos de su tiempo para conceder a este blog una conversación que podéis leer a continuación. Como editor de la editorial Séneca y Nous, Javier aporta a la cultura y al arte sentido humano, lleno de valores, espiritual. El reto es, como dice él, “expandir eso mismo que nos diferencia del estadio animal, que son los valores, para crear desde ellos una nueva forma de enfrentarnos al mundo”. Su primer libro acerca de las comunidades utópicas es una colección de ideas que no tiene desperdicio.
Entre sus títulos destacan los siguientes: Entrevista a un masón, perspectiva antropológica de una realidad ignorada (2006), Creando utopías (2007), Masonería: antiguos manuscritos (2010), Ama hasta que te duela (2011) y, el de este año, Apoyo mutuo y cooperación en las comunidades utópicas.
En esta conversación hablamos del mercado editorial, del libro como elemento cultural, lleno de perdurabilidad y de servicio, y de la comprensión de la humanidad.
Gaizka Zubizarreta: Para publicar tu primer trabajo no encontrabas una editorial, por lo que tú mismo creaste una para publicarlo. Después de Séneca vino “Nous”, para los sabios de ayer y de hoy. ¿Cómo fue ese proceso?
Javier León: Siempre he soñado con libros, con escribirlos y leerlos. Cuando haces una tesis doctoral, lo primero que deseas es publicar sus resultados. Lo intenté y algunas editoriales aceptaron el reto, pero debía esperar uno o dos años. En aquella época tenía algo de ahorros así que decidí emprender un viejo sueño: crear una editorial. Un año después empezó la gran crisis financiera y todo se complicó, pero el sueño pervive.
G.Z: Ahora, por un segundo, si miras atrás y te ves con aquella sensación de angustia, ¿hubieras hecho algo de forma diferente?
J.L: Lo único que hubiera cambiado hubiera sido la crisis y las decisiones que tomé de forma errónea ante la ignorancia de la llegada de la misma. Eso hizo que los ahorros se fulminaran en poco tiempo y que nuestras distribuidoras empezaran a quebrar, dejándonos muchas facturas sin cobrar. Por suerte, encontré la generosa ayuda de unos socios que ayudaron a empujar el proyecto en sus inicios y eso hizo que pudiéramos sobrevivir a los terribles primeros años.
G.Z: Desde tus editoriales pretendes potenciar el arte y la cultura. ¿Qué es para ti la cultura y cuán importante es la creatividad en ese camino?
J.L: La cultura es la expresión tangible del alma de la humanidad, que se expresa según la época y el lugar de forma diferente. Cada pueblo tiene su propia cultura como expresión final de esa alma que nos une a todos. El Arte sería el espíritu que se plasma en muchas manifestaciones, creando a cada instante trozos de belleza y retazos de aquello que une a todos los elementos del universo y que nosotros vagamente llamamos atracción desde las ciencias y amor desde la filosofía o la psicología. Nosotros pretendemos acercar mediante los libros esos retazos de arte y cultura para servir de testigos y transmisores de un tiempo único.
G.Z: La literatura que influencia puede llegar a tener en esa “Nueva Cultura Ética” que se está gestando.
J.L: En mi tesis doctoral hablo de esa “Nueva Cultura Ética” como un nuevo paradigma para un nuevo tiempo. Se trata de expandir eso mismo que nos diferencia del estadio animal, que son los valores, para crear desde ellos una nueva forma de enfrentarnos al mundo. Por ello es necesario transmitir, mediante mensajes claros y contundentes, esos nuevos valores que han de guiarnos hacia nuestra propia humanidad, dejando atrás con ello nuestro pasado reptiliano, animal.
G.Z: Después de viajar por medio planeta con tu tesis sobre las comunidades utópicas, ¿cuál ha sido la mayor utopía del ser humano?
J.L: La mayor utopía es el propio ser humano como proyecto de una creación que aún nos resulta misteriosa e increíble. Cuando escuchamos la novena sinfonía de Beethoven o contemplamos la magia de un amanecer, nos damos cuenta de lo maravillosa e increíble que es la vida, la inteligencia y su derivada, la consciencia. Vida, inteligencia y consciencia es la mayor utopía que hemos llegado a alcanzar hasta ahora.
G.Z: ¿Puede considerarse el libro como una herramienta para despertar al ser humano?
J.L: El libro es un amigo que te habla a partir de palabras y símbolos. También es un maestro y un guía, un sanador y un terapeuta. El libro hizo que el conocimiento y la filosofía de todos los tiempos pudieran ser compartidos de forma masiva, y no en pequeños grupos de iniciados de forma oral y elitista. El libro fue la democratización del saber y la magia del crecimiento humano. El libro nos hizo libres y permitió desarrollar nuestra mente abstracta hasta cuotas nunca antes conocidas. En ese sentido, el libro nos ha despertado a la era del saber y, por lo tanto, a la era del verdadero ser humano.
G.Z: ¿Qué opinas sobre las plataformas digitales que nos permiten a los autores noveles autoeditar nuestras propias obras? ¿Qué consejo le darías a un nuevo autor?
J.L: La autoedición ha servido para que cada autor se convierta en su propio editor. Aún así, el oficio de editor es difícil y complejo, y un autor puede toparse con ciertas limitaciones a la hora de comercializar su obra. Sin embargo, todas estas barreras se están derrumbado gracias a la era digital y permite que cada vez más autores traspasen la barrera psicológica de la aprobación tradicional de un tercero, es decir, la opinión experta del editor. Para mí, como humilde editor, es una opción más dentro del amplio abanico de la edición. No me crea dudas con respecto al futuro de las editoriales, sino que se complementan. Muchos que han vivido la experiencia de la autoedición han intentando luego dar el salto a una editorial, lo cual también es un paso positivo al que animo a todos aquellos que quieran hacer de la escritura toda una vida, todo un arte o todo un oficio. Un camino largo y difícil, pero apasionante. 
G.Z: Realmente, como editor, ¿crees que el mundo editorial está tan mal como se dice en la prensa? ¿Está la literatura en peligro?
J.L: La literatura no está en peligro, pero si el mundo editorial. Es cierto que nuestro sector está viviendo una doble crisis: la financiera y la editorial, y nuestra misión es adaptarnos a los cambios que vienen porque nosotros no vendemos libros, sino ideas. El libro es solo un soporte más. Aún así, todo va tan rápido que los editores aún no hemos digerido del todo tanto avance, y tampoco sabemos visualizar claramente cuál será nuestro próximo futuro.
G.Z: Sirviendo a la humanidad es uno de los últimos libros que has editado con el sello Nous. ¿Sirves editando?
J.L: Para mí editar libros no es un trabajo, es un hobby, una afición, una acción que realizo por amor al arte. El libro que mencionas es una edición muy especial que hemos hecho con mucho cariño y que hemos regalado a todos los que la han pedido. Nuestro beneficio no es económico, aunque no podemos obviar la economía que sustenta la editorial; nuestro beneficio es, por llamarlo de alguna forma, espiritual. Por ello nos alimentamos con grandes dosis de ilusión y amor a lo que hacemos. Única forma de sobrevivir a las grandes pérdidas que podamos sufrir en el difícil “negocio” de vender libros. Por ello entiendo este oficio como un servicio a la cultura y de amor al arte.
G.Z: Recomiéndanos un libro para reflexionar, otro para entretener y otro que nos haga sentir la literatura.
J.L: De los últimos que hemos editado, os recomiendo la lectura para reflexionar El Apoyo Mutuo, de Kropotkin y del sello editorial Dharana. Para entretener os recomiendo Escrito en un libro y Le llamaban Manuel, relatos fascinantes sobre nuestra reciente historia de España. Y para sentir la literatura Para volver a Nacer, de Jorge Carvajal.
G.Z: ¿Cuál es la meta de Javier León como editor?
J.L: No tengo ninguna meta, solo camino. Y en ese camino me encantaría descubrir a las futuras promesas literarias de nuestro país, contribuir a la conservación y transmisión de nuestra cultura e ideas y seguir haciendo lo que más me gusta: leer y escribir.
Un millón de gracias, Javier, por tu tiempo y estas palabras.
Gaizka Zubizarreta

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